En el glaucoma la correcta realización del tratamiento es clave para preservar la visión, y sin embargo esto no sucede siempre
¿Qué significa cumplir el tratamiento del glaucoma?
Podemos definir el grado cumplimiento como el grado de éxito con que un paciente lleva a cabo las recomendaciones del tratamiento dadas por el profesional de la salud, y el incumplimiento como la falta de toma del fármaco prescrito por su médico. La literatura especializada distingue entre cumplimiento y adherencia al tratamiento, éste último término implica, además del seguimiento de la pauta prescrita, la implicación activa por parte del paciente colaborando de manera voluntaria.
Si particularizamos en el caso del glaucoma, la correcta realización del tratamiento es clave para preservar la visión, y sin embargo esto no sucede siempre.
5 Causas por las que se incumple el tratamiento del glaucoma
Dentro de las causas de incumplimiento se han descrito 5 aspectos fundamentales, sobre los que varios autores han realizado estudios y descrito estadísticas:
Actitud ante la enfermedad y el tratamiento prescrito, recuerdo del horario de la medicación, miedo a la aparición de efectos adversos, soporte social y sanitario, decisión personal del paciente.
Debe ser conocedor el paciente de la enfermedad y de las consecuencias del no cumplimiento del tratamiento, y el paciente debe aportar sus circunstancias personales, los factores presentes en su vida que podrían hacer fracasar el compromiso. Llegar a un consenso entre ambos de la manera de cumplirlo que implique al paciente, hacerle consciente de que el tratamiento es personal y único, de acuerdo a sus características no sólo de la enfermedad, sino psicosociales.
Nos parece especialmente relevante este intercambio de información, en la que el prescriptor adquiere una información que va más allá de la estrictamente clínica, haciéndose también él responsable del no cumplimiento. Para ello se debe asegurar que el paciente ha comprendido las características de la enfermedad, la importancia del tratamiento y la dificultad del cumplimiento.
El paciente habrá de ser consciente de la manera de actuar ante efectos adversos, y cuando se debe suspender el tratamiento ante la aparición de un efecto adverso. De todo ello habría que implicar al mayor número familiares y profesionales de la salud posible. También existen en la actualidad numerosas herramientas tecnológicas que facilitan mediante programas de manejo muy sencillo el recuerdo de la medicación mediante alarmas sonoras o visuales.
Como conclusión, podemos considerar que todos los progresos en los tratamientos farmacológicos, de demostrada eficacia, serán inútiles si el paciente no permanece bajo control médico y cumple el tratamiento tal como se le ha pautado.