La terapia visual corrige o mejora numerosos problemas visuales en los niños normalmente asociados con la visión binocular:
Desalineamientos oculares no evidentes que pueden ocasionar fatiga visual.
Anomalías acomodativas que se asocian con dificultad o fatiga con los cambios de enfoque cerca lejos.
Trastornos o imprecisión del movimiento de los ojos, que puede ocasionar que nos saltemos las líneas, falta de concentración y más lentitud en la lectura y comprensión lectora.
Ambliopía u ojo vago.
En todos estos casos, algún elemento del sistema visual se ve comprometido e incapaz de mantener una binocularidad estable, por lo que tareas que debería el niño realizar sin dificultad, como la comprensión lectora, agilidad en lectoescritura, concentración, etc. suponen un gran esfuerzo y frenan su aprendizaje. de manera que a estos niños les resulta muy costoso mantener la atención en un texto y comprender lo que leen. En ocasiones la psicomotricidad y el aprendizaje de habilidades motoras también se ve diezmado, quedando igualmente rezagados en destrezas deportivas o habilidades relacionadas con la movilidad.