¿Cómo se hace terapia visual?
Se trata de ejercicios diarios que se hacen en casa y/o en consulta según la edad y situación de cada niño, trabajando habilidades visuales y perceptuales, como la memoria visual, la manipulación espacial de imágenes, la direccionalidad y lateralidad, coordinación ojo-mano, etc. Se trata de ejercicios diarios que se hacen en casa y/o en consulta según la edad y situación de cada niño, trabajando habilidades visuales y perceptuales, como la memoria visual, la manipulación espacial de imágenes, la direccionalidad y lateralidad, coordinación ojo-mano, etc.
¿Qué corrige la terapia visual en los niños?
En todos estos casos, algún elemento del sistema visual se ve comprometido e incapaz de mantener una binocularidad estable, por lo que tareas que debería el niño realizar sin dificultad, como la comprensión lectora, agilidad en lectoescritura, concentración, etc. suponen un gran esfuerzo y frenan su aprendizaje. de manera que a estos niños les resulta muy costoso mantener la atención en un texto y comprender lo que leen. En ocasiones la psicomotricidad y el aprendizaje de habilidades motoras también se ve diezmado, quedando igualmente rezagados en destrezas deportivas o habilidades relacionadas con la movilidad.
¿Los adultos necesitan terapia visual?
¿Qué No corrige la terapia visual?
Algunas veces nos preguntan si con terapia visual podemos prescindir del uso de gafas o lentes de contacto. La respuesta es no. La terapia visual no corrige ni compensa defectos refractivos como la miopia, hipermetropía o astigmatismo.
Trastornos de Aprendizaje
«Aprender a ver» puede modificar nuestro comportamiento.
La dificultad para memorizar textos, mala ortografía, deficiente comprensión lectora, poca velocidad en lectura, dificultad a la hora de copiar… son señales que pueden enmascarar problemas de percepción y eficacia visual.
Cuando un niño no posee una visión correcta, realizar actividades esenciales para su desarrollo, como leer, estudiar o comprender, pueden verse limitadas o derivar en un evidente fracaso escolar, no por desinterés del alumno, sino porque exista alguna anomalía en la visión que impida o entorpezca la realización de estas tareas.